Luis Almagro, el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), le exigió al gobierno de Cuba «la inmediata liberación» de todos los presos políticos, al tiempo que se mostró «muy preocupado» por José Daniel Ferrer, líder de la organización disidente más activa.
«La Secretaría General de la OEA exige una vez más la inmediata puesta en libertad de todos los presos políticos que se encuentran encarcelados de manera arbitraria», indicó Almagro en un comunicado difundido en Washington, sede del organismo.
La declaración expresó «la especial preocupación por la integridad» de Ferrer, «cuya salud parece haberse deteriorado de manera acelerada durante las últimas semanas».
Ferrer, detenido el 11 de julio durante las históricas manifestaciones antigubernamentales en varias ciudades de la isla, «está en una pequeña celda, aislado y sin luz natural», según Almagro.
«Sus reportados problemas de respiración, pérdida de visión y otros más han sido atribuidos a las inhumanas condiciones donde se encuentra detenido por ejercer sus legítimos derechos civiles y políticos», señaló.
Además, la Secretaría General de la OEA urgió al gobierno de Miguel Díaz-Canel «a permitir la visita a Cuba de una misión humanitaria del sistema universal o interamericano de derechos humanos para evaluar el estado y la situación de los presos por motivos políticos».
En Cuba, donde toda oposición es ilegal, el gobierno acusa a los disidentes «de estar financiados por Estados Unidos» y alega que están detenidos «por delitos penales».
El 5 de diciembre, el opositor Consejo para la Transición Democrática de Cuba envió una carta al Comité contra la tortura de la ONU para que intercediera ante La Habana por una amnistía para los más de 600 presos políticos que hay en la isla. La misiva resaltó las malas condiciones de Ferrer.
La OEA excluyó a Cuba del sistema interamericano en 1962 por su adhesión al bloque comunista soviético y su enfrentamiento con Washington tras la revolución liderada por Fidel Castro en 1959.
Esa decisión fue anulada en 2009, pero Cuba no pidió su reincorporación. La OEA lo considera un miembro no activo.